miércoles, 6 de abril de 2011

EN QUÉ NO CAER TRAS UNA RUPTURA DOLOROSA…

Cuando hemos pasado por una ruptura dolorosa en la que hemos sufrido mucho es verdad que podemos caer en el pensamiento de “no quiero sufrir más, ahora quiero a alguien que me quiera, me lo merezco” y es verdad,  tienes toda la razón, te lo mereces más que nadie, pero lo que yo quiero puntualizar aquí es una cosa que me parece importante. Creo que es bastante peligroso, tras una relación de este tipo, empezar con la primera persona que aparezca en nuestras vidas y que muestre un verdadero interés por nosotras (lo que se conocen como relaciones rebote). El sentirse querida está muy bien, pero hay que tener en cuenta varias cosas: lo primero es estar totalmente curadas y preparadas para una nueva relación, pero además, tener sentimientos verdaderos hacia esa persona. Sé que es muy reconfortante cuando encuentras a alguien que te quiere de verdad, sentirse así y más después de haberse sentido tan mal con otra persona anterior, pero esas relaciones pocas veces llegan a buen puerto. Sí, quizá incluso duren algún año, pero están abocadas a terminar antes o después (haciendo mucho daño a la otra persona). Lo que mis experiencias personales me han enseñado es que nada te llena más en esta vida que querer a alguien, enamorarse de alguien, o simplemente estar muy ilusionado (cada sentimiento en su etapa). Y es que los momentos que se viven con estas personas es algo que no lo paga nadie ni se puede cambiar por nada en el mundo. Si bien es verdad, el sufrimiento que se siente al sufrir desamores o grandes desilusiones también es inconsolable, pero al fin y al cabo son experiencias que hay que vivir. Cuidado, tampoco digo que haya que querer a lo loco, sin pensar quien es la persona que estamos empezando a querer y si nos conviene hacer eso (lo explicamos aquí). Pero tampoco lanzarse a la primera persona que se nos presente. Calma, todo llega, y lo que es seguro es que llega. Si te consuela, hay un dicho que es “Lo que sea que estás buscando en este momento, te está buscando a ti”, así que ya sabes, el día menos esperado puedes encontrar a ese alguien especial, que te querrá y le querrás con locura… sé que es un tópico, pero es tan cierto como la vida misma. Ahora, que no hace falta que le esperes de brazos cruzados, ¡vive tu vida! Pero tampoco lo busques desesperadamente, pues al fin y al cabo, las mejores cosas suceden cuando menos te lo esperas…
:)

martes, 29 de marzo de 2011

FORZAR O NO FORZAR LA SITUACIÓN

Cuando se deja una relación, de cualquier tipo, si eres la persona dejada, es muy común ante la inminente desesperación que produce este hecho es intentar de cualquier manera y por encima de todo que la situación volviera a ser como antes, que esa persona retroceda en sus pasos. Para esto hay gente que recurre a las súplicas, dramas y demás (nunca recomendado), a trucos psicológicos de hacer lo contrario que la otra persona esperaría de nosotros, o en casos más desesperados hay gente que recurre a magia, amarres, y este tipo de cosas.
Pero hay veces que hay que pararse y reflexionar detenidamente sobre lo que nos conviene y no. Es verdad que en muchos casos puede que la otra persona nos haya dejado porque no tenía muy claras las cosas y puede que con tiempo y espacio reflexione sobre esta nueva situación, pero hay en otros muchos casos que es porque el amor se acaba o el interés que esa persona tenía en nosotros en un principio ya no existe por la razón que sea (recordemos que no debemos pararnos en pensar esto ). Y en estos casos es cuando debemos plantearnos, ¿realmente nos conviene seguir dándole vueltas a algo que no puede ser? Y si es verdad que la otra persona ya no siente por nosotros, entonces no puede ser. El seguir empeñándonos en algo así sólo hará que retrasar el sufrimiento, estamos empleando unas fuerzas y unas energías que podríamos estar empleando en recuperarnos, en sentirnos mejor y en abrirnos al mundo. Encerrarnos en esto nos hace más daño, porque seguimos alimentando una esperanza inexistente (ya se sabe, la esperanza es lo último que se pierde, y cuando se trata de amor más que nunca) y posponiendo el dolor. Además, ¿realmente quieres tener a alguien al lado que no esté porque quiere de verdad, por su propia voluntad? Yo desde luego tengo muy claro que la persona que tenga a mi lado quiero que esté de motu propio, no por pena ni por cualquier otra traba que le haya impuesto yo, los dos disfrutaremos tanto de la relación como el otro.
No nos empeñemos en lo imposible, sigamos adelante, sé que es difícil, pero el tiempo es un buen compañero, y poco a poco la tormenta irá pasando, y nos espera un mañana mejor, lleno de calma y esperanzas nuevas para todos.
:)

lunes, 21 de marzo de 2011

NUEVAS ETAPAS: BIENVENIDA PRIMAVERA.

Tras una reciente desilusión amorosa, en la que, me he pasado el invierno en las nubes, sin estar con los pies en la tierra, como siempre se debe estar siempre, para no pegarnos un tortazo demasiado serio (cosa que sí me ha pasado a mí), he decidido que ha llegado la hora de cerrar una etapa y dar la bienvenida a la siguiente. Ha llegado la hora de olvidar definitivamente, sé que esto es muy difícil y no se puede preveer; pero me siento preparada para ello. Basta ya de auto-empeñarse en lo imposible, por que lo que es imposible es imposible y además no puede ser. Cuanto más tardemos en cerrar viejas heridas más tiempo necesitaremos para abrirnos a la vida.
¿Y ahora qué? ¿Encontrar a alguien más? No, primero porque creo que las mejores cosas (las especiales, aquellas por las que merece la pena vivir) pasan cuando menos te lo esperas y cuando no las buscas, pero además no quiero. Es verdad que siempre digo que no hay que cerrarse puertas y si conociera a alguien especial no me las cerraría, pero no hablo de cerrarse puertas, hablo de ese espacio de soltería que creo que todos debemos tener tras una experiencia amorosa. Además, simplemente pienso que no es mi momento. El año que viene me voy del país, por un año, y va a ser mi año, y no quiero amargármelo por tener que estar pensando que tengo algo que tira demasiado de mí, que me ata. Quiero ser libre para poder disfrutar de la experiencia como se merece.
Además, ahora estoy aprendiendo a vivir sola y a ser feliz con ello. Quiero encontrar la estibilidad emocinal yo sóla, sin depender de nadie. Puedo ser feliz independientemente de los demás, porque la felicidad reside en uno mismo, no en los demás. Es verdad que cuando estás ilusionado con alguien es una felicidad que no se puede comparar a nada, pero hay mil cosas más que puedo vivir fuera de eso. Simplemente son etapas, y sé que esta es la etapa de aprender a ser mi propio apoyo y de madurar en ese aspecto.
Y cuando vuelva, volveré preparada para lo que haga falta, para tener pareja, porqué no, porque ya sabré y habré alcanzado mi propio equilibrio y tener pareja no será un requisito para ser feliz sino un perfecto complemento para mi vida.
De momento comparto con vosotros mis propias experiencias, pero lo que más me gustaría es que pudieramos compartir las experiencias de todos aquí.

:)

sábado, 19 de marzo de 2011

EXPERIENCIA PERSONAL: EL PORQUÉ DE NO CERRARSE PUERTAS A UNO MISMO.

Con este tema suelo ser bastante reticente cuando hablo con la gente, con mis amigos, siempre les repito una y otra vez cuando me piden consejo que pase lo que pase: no se cierren puertas bajo ningún concepto. Hay muchas veces que o bien tenemos miedo a que las cosas no salgan bien y sufrir, o acabamos de pasar un desengaño amoroso (o ambas), o lo hemos dejado con nuestra pareja y lo último en lo que estamos pensando es en volver a echarnos novio. Bien, en verdad que creo que tras una relación toda persona debería pasar por una etapa de solería en la que aprendiera a conocerse a sí misma mejor, a vivir por su cuenta, tomar sus decisiones, etc. Nunca me gustó la actitud de esa gente que tras una pareja enlaza con otra rápidamente y si rompe con ésta, otra y así sucesivamente, pienso que eso no puede ser sano, puede estar encubriendo una dependencia emocional en los demás y en esta vida hay que tener claro que nuestra felicidad no depende de los demás, sino de nosotros mismos, de cómo afrontemos las cosas que nos vienen, y además también pienso que no se puede querer sinceramente a tanta gente y tan de seguido. Pero también es verdad que nunca sabemos de quien nos podemos enamorar, así que cerrarse puertas me parece un acto de lo más peligroso que hay, ¿en serio deseas eliminar tú mismo las oportunidades en tu vida de ser feliz?
"Yo ahora me doy cuenta de ello, pero hace un año no era muy consciente, y es aquí cuando comienza mi experiencia personal… Hace un año y cuatro meses conocí a un chico en una fiesta, era una fiesta con bastante gente pero el destino hizo que ambos nos fijáramos el uno en el otro. La verdad es que no pasó de ahí, yo aún tenía pareja, y aunque ya estaba muy mal y nuestros días estaban contados no pasó nada más. Al mes yo lo dejé con mi ex-pareja, fui yo la que tomé la iniciativa porque ya no le quería. Pero en ningún momento y para nada pensé en el chico de aquella fiesta, que resultó ser amigo de una amiga mía. A los dos meses de haberlo dejado con mi ex, coincidí otra vez con el chico (esta vez no era tanta casualidad, mi amiga había preparado el encuentro) y salimos de fiesta juntos, al final pasó lo que estaba predestinado supongo: nos besamos aquella noche. A partir de ahí nos pusimos en contacto y empezamos a hablar más, poco a poco empezamos también a quedar y a conocernos mejor. Yo estaba empezando a vivir lo que es una nueva libertad, estar soltera de nuevo tras tres años de relación, en la flor de la vida, haciendo lo que quería en cada momento y sin tener que darle explicaciones a nadie de lo que hacía, cuando lo hacía y porqué lo hacía (además el peso que te quitas de encima cuando una relación va mal es un sentimiento inexplicable). Por supuesto que en ese momento yo no quería nada serio con nadie ni ningún tipo de ataduras, pero el chico me gustaba y seguí quedando con él, eso sí, siempre dejándole claro lo que había: yo no quería nada serio. De esta manera siguió nuestra historia durante tres meses, viéndonos prácticamente todas las semanas  y sin darme cuenta él cada vez me gustaba más, cada vez estaba más a gusto, cada vez quería verle más a menudo... sin darme cuenta estaba en las nubes y tocando el cielo: simplemente era feliz, en todo el término de la palabra. Pues bien, como os imaginareis, la cosa no acabó muy bien, llegó un momento que él empezó a cambiar conmigo, ya no estaba tan pendiente de mí (cuando empiecen estos síntomas hay que estar alerta), cada vez era yo más la que iba detrás de él (mal hecho, le empecé a agobiar)… y tanto fue así que ya apenas me hablaba. Un día, al poco tiempo, tuve la oportunidad de verle en una fiesta, él me habló muy correctamente, pero luego se pasó toda la fiesta huyendo de mí (cosa que para mí fue bastante denigrante), aunque al final conseguí hablar con él y tal y como parecía ser la cosa me dijo que ya no quería nada más conmigo… Si he de ser sincera la verdad es que rompí a llorar. Sin darme cuenta me había pillado por un chico de tal manera que lo quería para mí, aunque no quisiera reconocerlo al principio, ¡yo quería estar con él! y quizá había sido yo misma la que le alejé de mí con esas declaraciones de intenciones tan claras por mi parte…"
Esto es un pequeño resumen de lo que me pasó. Lo que saco en conclusión con esto es que no nos cerremos puertas, es lo más triste que podemos hacer por nosotros mismos. No tengas predisposiciones; conoce a esa persona, si finalmente la cosa va bien a lo mejor va a más (y hazme caso cuando te gusta una persona de verdad no te importa dejar tu libertad de la soltería) y si acaba mal, como en mi caso, pues habrá merecido la pena, porque está claro, yo lo pasé mal durante un tiempo, pero ahora con la distancia veo que aquel tiempo tan bonito que pasé mereció la pena y que con ello he aprendido muchas cosas de las cuales estoy agradecida. Además, a mí me sirvió para darme cuenta que después de una larga relación hay vida, sólo tenemos que salir ahí fuera y vivirla.

:)

martes, 15 de marzo de 2011

BUCANDO UN PORQUÉ…

Algo muy común al acabar una relación amorosa de cualquier tipo es preguntarse constantemente el porqué de esta nueva situación, qué sucedió para que todo se rompiera, ¿porqué cambió de opinión? Porqué quería estar contigo y ahora no… Bien, la verdad es que no sirve de mucho atormentarse con esta pregunta porque en la mayoría de los casos no va a tener respuesta, si alguien lo obtiene se puede sentir afortunado por llegar a entender que sucedió, pero como decíamos, hay muchas veces que no la vamos a obtener nunca, por varias razones: bien porque ni la persona misma sabe ese porqué (no veía claras las cosas y ha decidido dejarnos), ha dejado de sentir amor por nosotros (y para esto no existe un porqué, no sabemos por qué dejamos de querer a alguien al igual que no sabemos porqué empezamos a quererlo) y tristemente en muchos otros casos la otra persona no se va a atrever darnos el verdadero porqué (“nena, no es por ti, es lo de siempre”), así que lo mejor será que no nos desesperemos en intentar entender algo que muchas veces no tiene explicación, lo mejor será mirar adelante y seguir con nuestra nueva vida, llena de esperanza y nuevas y enriquecedoras experiencias.
Aquí os dejo un fragmento del libro Tengo Ganas de Ti, de Federico Moccia, que ejemplifica claramente de esto de lo que os hablo, y a mí por lo menos me consuela, y quiero compartirlo con vosotros:
“Y otra vez.... Otra vez tú. Pero no teníamos que volver a vernos... Y siento todo mi dolor. Lo que no sé, lo que no he vivido, lo que ahora me falta. Para siempre. ¿Cuántos brazos te han estrechado para convertirte en lo que eres? Cuánta razón tienes. Qué cierto es. Qué importa. Al fin y al cabo, ella no me lo dirá, por desgracia. Por eso me quedo en silencio. Y la miro. Pero no la encuentro. Entonces voy a buscar esa película en blanco y negro. Toda una vida. Esas noches pasadas en el sofá. Lejos. Sin conseguir darme una explicación. Arañándome las mejillas, pidiendo ayuda a las estrellas. Fuera, en el balcón, fumando un cigarrillo. Siguiendo después ese humo hacia el cielo, arriba, más arriba aún… Allí, donde precisamente habíamos estado nosotros. Cuántas veces he nadado en ese mar nocturno, me he perdido en ese cielo azul, llevado por los efluvios del alcohol, con la esperanza de encontrarla otra vez. Arriba y abajo, sin tregua. La primera estrella a la derecha y después todo recto hasta la mañana. Y otras muchas y a todas les preguntaba. Y a mi alrededor ese silencio de estrellas entrometidas. El ruido molesto de mis lágrimas agotadas. Y yo estúpido, buscando y esperando encontrar una respuesta. Dadme un porqué, un simple porqué, cualquier porqué. Pero qué idiota. Ya se sabe. Cuando un amor se acaba se puede encontrar todo, excepto un porqué.”

miércoles, 9 de marzo de 2011

DESILUSIÓN

Bien, aunque hayamos hablado de que hacer y qué no hacer para intentar evitar una desilusión, ésta muchas veces es inevitable. Muchas veces conocemos a alguien que nos parece perfecto y ponemos todas nuestras esperanzas en esa persona para que las cosas salgan bien porque creemos que puede ser esa persona especial, pero por un motivo o por otro (no sirve echarse la culpa a uno mismo) se acaban torciendo las cosas y nada acaba como deseaste: al final llegáis a la conclusión de que no os entendéis. Esto suele pasar con más frecuencia de la que nos gustaría, conocemos a una persona, tenemos una especie de relación más o menos corta, aunque intensa seguro, y al final nada funciona. Es muy normal, esto sucede porque la idea que nos habíamos hecho en un principio no corresponde con la realidad (esa persona no es como esperabas que fuera) o esa persona finalmente decide que no quiere seguir conociéndote (sus razones tendrá y respetables son, no entremos en desprestigiar a la otra persona, esto sólo nos hará más daño). Mucha gente te dirá que lo mejor para no tener una desilusión es no esperar nada de nadie, y probablemente tengan mucha razón, pero hay veces que esto es inevitable y nuestros sentimientos vuelan por encima de nuestra mente y nuestro lado racional. Si finalmente has caído en ella, piensa en positivo, tienes suerte de que no haya llegado a más (las desilusiones no siempre las vamos a sentir con alguien que haya sido nuestra pareja), y en este caso el tiempo está a tu favor (como siempre el tiempo lo cura todo), además necesitarás mucho menos para olvidarlo. Para empezar tienes dos opciones: o alejarte para que no te haga daño o, si eres capaz, establecer una amistad entre ambos (aún así deberías dejar pasar un tiempo prudencial para asegurarte de que no vas a sentir nada). Y en cualquiera de los casos: sal de casa, distráete, realiza cualquier tipo de actividad lúdica que te llene, te guste, te entretenga o te divierta, rodéate de tus amigos, sal de fiesta, baila, conoce gente nueva, siempre abre tu circulo social, no te cierres a nada, si no lo hacías antes ¡ahora menos que nunca!  Si todo va bien en pocas semanas lo habrás olvidado, porque recordemos que no ha llegado a ser un desamor sino sólo una gran desilusión. Quizá esa persona no era tan perfecta (recordemos que nadie es perfecto), o quizá sí lo era, pero no era perfecta para ti, hay algo que hace que no encajéis del todo, que no os hayáis entendido, vamos que la persona perfecta debe entenderte a la perfección y llevaros bien, tiene que ser algo especial, que fluya sólo, que no tenga que ir a empujones y cuanto antes te des cuenta de todo esto antes saldrás de ese sentimiento de desilusión tan grande.  Así que piénsalo detenidamente y ¿por qué no? ¡A otra cosa mariposa!

QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER CUANDO SE ESTÁ CONOCIENDO A UNA PERSONA: INTENTAR EVITAR UNA DESILUSIÓN.

Crearnos una ilusión muy grande sin unos fundamentos claros o demasiado pronto puede ser muy peligroso. A veces la mente nos juega malas pasadas y juega con nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, UNO VE LO QUE QUIERE VER Y PIENSA LO QUE QUIERE PENSAR, ¿porqué? Muchas veces estamos buscando una simple excusa para creer en lo que queremos que suceda, esto es muy peligroso porque acrecenta a marchas forzadas el sentimiento de ilusión, que puede ser muy bonito, pero si te llevas el chasco será de lo peor que te haya podido pasar. Mientras, para no hacerlo mal sería bueno seguir algunos consejos:
-     Nunca digas nunca. Sí, esta es una frase muy repetida, pero cada una de sus letras es cierta. No te cierres puertas, nunca sabes de quien te puedes enamorar y si vas previamente cerrándote las puertas lo más probable es que alejes a la otra persona de ti y se esfume de su cabeza la idea de estar contigo porque sabe por adelantado que será un sufrimiento innecesario. Muchas veces si acabamos de pasar por una ruptura dolorosa o por algún tipo de desilusión nos cerramos puertas de mala manera. Además de esto también hay que pensar, que un clavo saca a otro clavo, en la mayoría de casos.
-     Se realista. No te ilusiones antes de tiempo y sin saber realmente cuál es la verdadera situación entre ambos. Ya sé que esto es muy difícil cuando conoces a alguien nuevo que te gusta, le gustas, todo parece marchar sobre ruedas, pero, hay veces que todo se pone del revés y no avanza. En estos casos, si has ido con precaución la desilusión será menor, no se trata de cerrarse puertas como hemos dicho o ir con miedo, sino de no estar en las nubes a las pocas semanas de haberle conocido. Intenta conocerlo bien o en la medida de lo posible y sus intenciones, antes de lanzarte al vacío sin paracaídas.
-     No exijas antes de tiempo. Muchas veces nos decepcionamos o nos enfadamos porque esperamos más de esa persona de lo que en realidad todavía nos puede dar o está dispuesto a darnos, porque pensamos que si todo parece ir tan bien en eso no nos puede fallar, pero las cosas, como vemos no siempre son como nos gustarían. Por esto, deja que las cosas fluyan por sí solas, una vez leí que el amor es como el agua que fluye: si intentas agarrarlo se escapa. No tengas prisa, deja el acontecer de los hechos a su debido tiempo, si tiene que suceder acabará pasando y disfrutarás más de ello ya que todo lo que merece la pena en esta vida supone un esfuerzo, y si por el contrario no acaba pasando tampoco merece la pena correr, pues lo que no está escrito es tontería buscarlo y buscarlo, es mejor dejarlo pasar.
-     Siempre intenta hacer la mitad de lo que te gustaría hacer. Esto puede sonar bastante contradictorio, pero al principio es lo mejor que puedes hacer. Al fin y al cabo si te vendes demasiado barato o pronto se le quitará la emoción al asunto; él perderá su interés por ti y lo que podría haber sido X acabará siendo X/2. Los hombres tienen un instinto nativo cazador, y por muy mal que suene tú eres su presa, cuanto más difícil seas, más interés pondrá en ti. Tampoco seas imposible porque puede que dé marcha atrás; se accesible pero no estés siempre disponible para él. Hay que dejar claro que esto está indicado sólo para el principio de una posible relación.
-     No te cierres en una persona. Cuando comienzan a conocerse lo más bonito es que ambos sólo tengan ojos para el otro, pero seamos realistas: hoy en día esto se da más bien poco, así que no te recomiendo que te centres sólo en una persona porque nunca sabes por dónde te puede salir, y si te centraste sólo en ella como decimos, la desilusión será peor. No digo que mantengas relaciones con varios hombres a la vez, a no ser que sea tu deseo, pero que tengas presente más posibilidades en tu vida, que seguro que las tienes, sólo tienes que mirar a tu alrededor con “ojos de ver”.
-     Si ves que las cosas no van bien… Entonces déjalo ir. En este punto hay que tener cuidado porque cada caso es muy personal y si merece la pena intentarlo porque la persona en cuestión se aleja por miedos o problemas ajenos a ella merecería la pena intentarlo e ir detrás suya a liberarle de esos problemas. Pero aquí me refiero a otras cosas; si conociste a esa persona con la que todo parecía ir sobre ruedas y empezaste a dar más de ti pero ahora ves que la otra persona está perdiendo interés por ti, ya no te llama como antes, no te escribe como antes, no quiere verte con la misma frecuencia poniendo mil excusas, que sólo quiere tenerte para cuando le convenga a él… entonces es aquí cuando tienes que decidir alejarte, por varios motivos: si él ha perdido tan pronto el interés por ti entonces a lo mejor es que no merecía tanto la pena como pensaste ¿no crees?, a lo mejor es que se ha visto que puede tenerte cuando quiera y ya no se esfuerza… sea cual sea el motivo si te alejas a tiempo lo estarás haciendo bien, primero porque si tanto interés tenía por ti se dará cuenta de que te alejas y volverá a hacerte caso como antes y si ves que sigue igual es que tanto interés no tenía, además piénsalo, una retirada a tiempo puede ser una gran victoria, antes de seguir e involucrarte más en algo que no llevaba buen camino (ya se sabe, lo que mal empieza…), aquí nuestro objetivo es que sufras lo menos posible. Además, otra gran frase es “déjalo ir, si vuelve siempre fue tuyo, si no vuelve, jamás lo fue”, puede que de momento esta frase no te consuele mucho, pero con el paso del tiempo es tu mejor aliada pues, si al cabo del tiempo no vuelve lo más seguro es que estés curada y te des cuenta lo poco que merecía la pena esa persona y si vuelve tienes dos opciones, o intentarlo otra vez si lo sientes o si ya estás curada no querrás nada, pero la satisfacción que te invade al ver cómo vuelve esa persona es tremenda y te hace sentir genial contigo misma.
Una pequeña conclusión podría ser que intentemos usar un poco más nuestra parte racional y un poco menos la sentimental. No hablo de racionalizar los sentimientos, no creo que exista algo peor, pero sí de ir con pies de plomo al principio. No tener miedo, ya lo he dicho, pero sí ir precavidas, al fin y al cabo ya se sabe, mujer precavida vale por dos. Pero eso sí, bajo ningún concepto, por lo que más quieras, si alguien te gusta, no te eches para atrás por miedo a que salga mal, ¡inténtalo! Total, no pierdes nada, piensa que el no ya lo tienes, y sin embargo, ¿todo lo que puedes ganar? Quién sabe, a lo mejor acabas con esa persona, o a lo mejor no, pero seguro que los momentos buenos a la larga superarán a los malos. Además, de todo puedes sacar una experiencia, recuerda algo muy importante “Cada instante de tu vida tiene sentido si aprendes de él”, así que: adelante.

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